Elon Musk, director ejecutivo de Tesla Inc en San Francisco el martes 24 de enero de 2023 en California (EE. UU).MARLENA SLOSS
Un virus mil veces más delgado que un cabello ha derivado en un proyecto de más de 6.000 millones de dólares en el Estado de Nuevo León. El atasco en las cadenas de suministro entre México y Estados Unidos derivado de la pandemia fue el inicio para que el hombre más rico del planeta, Elon Musk, considerara al país como sede de su nueva megaplanta de autos eléctricos de Tesla. La historia se remonta a fines de 2021, cuando el multimillonario llamó con urgencia al canciller, Marcelo Ebrard, para pedirle que reactivara las 127 factorías mexicanas que tenían alguna proveeduría con su empresa y que, en ese entonces, estaban paralizadas, por la crisis sanitaria. Ese enlace sirvió al Gobierno federal para conocer de primera mano las ideas de Musk en el extranjero.
A partir de ese momento, relata la subsecretaria para Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Martha Delgado, comenzaron a trabajar en una propuesta para el corporativo de Tesla. La iniciativa se oficializó, finalmente, en febrero de 2022. “La Secretaría de Relaciones Exteriores hizo un marcaje personal, un acompañamiento directo a la empresa para brindarles asesoría y orientación legal en el scouting que hicieron. Los llevamos a cinco Estados, el Estado de México, Querétaro, Puebla, Hidalgo y Nuevo León. Ellos tenían unos criterios, unas condiciones muy específicas para la planta y los fueron analizando en cada uno de los terrenos, revisaron al menos 50 propiedades”, detalla la funcionaria federal.
En sincronía con el Gobierno federal, cada uno de los Estados presentó ante el multimillonario las bonanzas y atractivos de sus entidades para intentarlo convencer. En el caso de Nuevo León, el gobernador Samuel García ha dado a conocer que la primera toma de contacto ocurrió en una visita que ellos hicieron a Texas. En segunda instancia, el mandatario ha referido que la cercanía previa que su equipo de Economía tenía con algunos directivos de Tesla les permitió un acceso directo para enviarles información económica y demográfica sobre las zonas industriales del Estado. Héctor Tijerina, director Ejecutivo de la asociación Invest Monterrey, refiere que el verano pasado ellos ayudaron al Gobierno local con datos sobre el Estado para atraer los ojos de Tesla. “Querían conocer las zonas industriales, el ecosistema de universidades, el promedio de costos de tierras, los salarios promedio para diferentes tipos de puestos, desde operadores hasta los directores generales, datos económicos, demográficos y tema de la calidad de vida”, específica.
Tijerina, quien trabajó por 10 años en la Secretaría de Economía estatal, añade que la ubicación geográfica de Nuevo León es una ventaja que no pueden igualar las otras entidades. “Estamos a 600 kilómetros de distancia, alrededor de seis horas de distancia entre Monterrey y Texas, eso es muy atractivo para Tesla, de esta manera, están generando un corredor donde van a tener a toda su cadena de suministro proveyendo ambas plantas, sus proveedores solo tienen que poner una operación en la zona para poder proveer tanto a Tesla en Austin como a Tesla en Monterrey”, menciona. Además, refiere, Nuevo León tiene paz laboral, productividad y un ecosistema de universidades atractiva para el tipo de perfil de puesto de empleo que requiere la empresa, y Santa Catarina, está a unos kilómetros de San Pedro, que es el municipio de la ciudad con mayor nivel socioeconómico y con mayor calidad de vida del Estado.
El directivo de Invest Monterrey admite que si bien colaboraron en una primera fase en este proceso, las negociaciones con los directivos de Tesla las llevó siempre el Gobierno del Estado, quien fue el que finalmente invitó en octubre pasado al multimillonario a la entidad para conocer los terrenos, las zonas industriales y las facilidades logísticas que ofrecían. Sobre esta visita, el gobernador declaró a EL PAÍS en una entrevista previa que fue en este encuentro que el también dueño de Twitter terminó por convencerse de que su próxima factoría tenía como domicilio el municipio de Santa Catarina. Un viaje en helicóptero sobre la Huasteca bastó para que el millonario sacara su celular y empezara a tomarse selfies. “En frente de nosotros (Musk) le decía a su jefe de construcción: ‘la planta la quiero aquí’. No estaba contemplado bajar al terreno y nos hizo bajar, lo vio, le gustó, le gustaron las montañas, yo lo vi ahí muy convencido”, contó García a EL PAÍS.
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